Transversal, en educación, como el conocimiento conjunto
que se obtiene en muchas asignaturas como una sola unidad.
La evolución del concepto
“transversalidad” ha sido una evolución rápida, llegando a simbolizar lo
novedoso del sistema educativo actual.
El término transversal hace
referencia a la educación moral y cívica, para la salud, para la paz y la
convivencia, para la igualdad de oportunidades entre los sexos, del consumidor,
ambiental y vial.
Transversal” ha pasado de
significar ciertos contenidos que deben considerarse en las diversas
disciplinas escolares (higiene), a representar un conjunto de valores y
actitudes que deben ser educados. Es símbolo de innovación, e incluso en
ocasiones se utiliza como paradigma de la actual reforma educativa.
Por tanto, los temas
transversales son contenidos curriculares que responden a las siguientes
características:
·
Reflejan una preocupación por los problemas
sociales, representan situaciones problemáticas vividas actualmente en nuestras
sociedades y que conectan fácilmente con las informaciones, las inquietudes y
las vivencias de los propios alumnos.
·
Conectan la escuela con la vida, con la
realidad cotidiana.
·
Son una apuesta por la educación en valores,
como uno de los ejes fundamentales de la educación integral. La importancia de
la educación moral se ha convertido últimamente en un clamor frente al
relativismo moral postmoderno, a la inhibición de los agentes tradicionales de
socialización y a la emergencia de los agentes educativos informales.
Esta evolución refleja una
doble dimensión:
·
Por un lado, metodológica: ¿cómo considerar
desde las áreas curriculares las materias transversales?
·
Por otro lado, la conceptual, que hace
referencia a una serie de valores y actitudes, y no desde determinadas
materias, sino que englobe a toda la actividad escolar.
Existe cierta controversia
pues en la forma de desarrollarlo curricularmente. Por tanto, se debe de partir
del propio concepto de transversalidad para estudiar esta polémica, destacando
tres etapas principales:
·
La primera, en la que hay una ausencia del
concepto. El primer momento de esta evolución tuvo lugar cuando comenzaba a
plasmarse la reforma del sistema educativo y aparecieron publicados los
primeros borradores de contenidos.
·
La segunda, en la que se observa la necesidad
de un tratamiento continuado. Este segundo momento puede ser situado en el
propio proceso de evolución y maduración que han sufrido las propuestas
curriculares, en el que los primitivos programas de contenidos se fueron
desglosando en conceptos, procedimientos y actitudes.
·
La tercera, en la que se consideran desde los
proyectos curriculares y educativos. En este tercer momento los centros
docentes comienzan la elaboración estos proyectos (objetivos, contenidos…).
Las
transversales como contenidos conceptuales.
Anteriormente, los temas que
actualmente llamamos transversales eran considerados fundamentalmente
contenidos conceptuales, los cuales se trataban en la escuela desde hacía mucho
tiempo, en algunos casos por ser prescriptivos (higiene, vacunas,
contaminación…); y en otros, por la profesionalidad del profesorado y su empuje
innovador, que vio en ellos la necesidad social de incluirlos en el
conocimiento escolar.
Ya Linville (1990)
establecía que en los cursos de biología se deben incluir higiene, educación
sexual, los efectos del alcohol, conservación del entorno…
Los Temas Transversales son
un contenido educativo valioso que responde a un proyecto válido de sociedad de
educación (Contreras, 1998). Están relacionados con la transmisión de valores y
de conocimientos menos científicos.